En 2018, el gobierno de Turquía buscó mejorar la administración de sus esfuerzos para los refugiados sirios añadiendo características biométricas al sistema de registro. El proyecto incluyó la recolección de huellas dactilares para una distribución más eficiente de la asistencia social y financiera.
La guerra civil en Siria ha provocado una crisis humanitaria masiva, que ha llevado a unos 5,6 millones de refugiados a huir del país y buscar refugio en los países vecinos. La propia Turquía ya ha acogido a cerca de 3,8 millones de estos refugiados, y cada uno de ellos necesita refugio, alimentos, atención médica, educación, seguridad y servicios sociales. Dado que el conflicto en Siria no da señales de remitir, el gobierno de Turquía ha reconocido que seguirá haciéndolo a largo plazo y ha tomado medidas para abordar el problema de forma sostenible.
En 2015, creó la Dirección General de Gestión de la Migración para ayudar al Ministerio del Interior a administrar los crecientes esfuerzos en pro de los refugiados. La base de los problemas de la agencia es la gestión de la identidad. La falta de identificaciones, la proliferación de identificaciones y documentos falsos o la falta de pasaportes han obstaculizado la administración de servicios básicos como el bienestar y la atención médica. El problema se ha extendido incluso a las fuerzas del orden, ya que la policía ha tenido que lidiar con que la base de datos con información sobre refugiados no estaba completamente integrada en su propio sistema.
Para resolver estos problemas, el gobierno recurrió a la biometría de huellas dactilares. Además de otros requisitos, el nuevo sistema también tenía que ser lo suficientemente avanzado como para superar el problema de la sequedad de los dedos y de las huellas ilegibles que provocaban las inclemencias del entorno y las condiciones meteorológicas favorables.
Escáner óptico de huellas dactilares FAP 20 del FBI, certificado STQC y compatible con MOSIP
Tras rigurosos ensayos, la Dirección General de Gestión de la Migración se decidió por el escáner óptico de huellas dactilares A600 de Aratek. El A600, equipado con un sensor óptico PIV/FAP 20 del FBI de primera calidad, que captura impresiones de alta calidad incluso en las condiciones más exigentes, supera fácilmente el problema de la sequedad de los dedos. Su sistema Live Finger Detection, que evita la suplantación de identidad, previene eficazmente el fraude y proporciona una capa adicional de seguridad. La disponibilidad del kit de desarrollo de software (SDK) para Windows, Android y Linux permite una fácil integración con la base de datos de refugiados de la policía y el motor de búsqueda. Gracias a su interfaz USB, las fuerzas del orden locales podrían utilizar fácilmente el escáner A600 en sus portátiles, ordenadores y otros dispositivos móviles sobre el terreno.
Se ha demostrado que el escáner Aratek A600 captura huellas dactilares de alta calidad, lo que resulta en una base de datos sólida que ayuda en la administración diaria del programa de refugiados. Esto ha permitido a las autoridades de gestión de la migración supervisar las estadísticas y los informes de un vistazo, lo que ha permitido a los responsables políticos tomar decisiones informadas.
Las funciones de detección de huellas dactilares en tiempo real, comprobación de duplicados y rápida coincidencia de velocidad del escáner A600 han reducido prácticamente a cero los casos de identificaciones y documentación falsas, lo que ha supuesto un ahorro de millones en recursos gubernamentales.
El escáner A600 de Aratek ha aumentado la eficiencia y la seguridad de la distribución del bienestar y la atención médica. El registro y la localización local de los refugiados se han acelerado considerablemente, aun cuando cumplen con los más altos estándares biométricos.